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Dios está contigo, fuente de descanso y fortaleza

Dios aún no termina contigo; encuentra descanso y fortaleza en Él

Estamos a mitad de año. Ya sea que estés evaluando cómo te ha ido hasta ahora, estés fatigado y anheles un respiro, o te sientas expectante ante lo que vendrá, todos estamos en la misma línea de partida para la segunda mitad de 2023. 

Independientemente de cómo te sientas en este punto del año, tengo una gran noticia para ti: Dios aún no termina contigo.

Creemos firmemente que estos próximos seis meses serán sobrenaturales. Este verano será un verano de milagros, en el que veremos a Dios hacer lo imposible. Estamos a la expectativa de todo lo que Dios va a hacer.

En esta entrada del blog, te hablaré de dos elementos que veo y cómo estos pueden brindarnos salvación y fortaleza en cualquier situación.

Isaías 30:15

«Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.”

Descanso y Reposo

Dios le dice a su pueblo que en descanso y reposo encontrará salvación. Pero este no es el descanso que proviene de unas vacaciones o de un fin de semana tranquilo. Este es un descanso profundo, uno que trae salvación al alma.

Este descanso profundo viene a través de una relación con Jesús. En Mateo 11:28-29 vemos una escena que refleja perfectamente este principio. 

Mateo 11:28-29

28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;

En el mundo actual, parece que estamos siempre cansados, trabajados y cargados. Nos vemos envueltos en una carrera constante, tratando de mantenernos al día con los retos de la vida diaria. En medio de ese caos, encontramos tranquilidad y paz en las palabras de Jesús… venid a mí y yo os haré descansar.

Esta invitación de Jesús no es sólo para un descanso físico o temporal. Él ofrece un descanso más profundo y transformador, un descanso que va más allá del alivio físico, llegando a la esencia misma de nuestro ser, a nuestras almas. Pero, ¿qué significa realmente este descanso y cómo podemos obtenerlo?

Debemos entender que este descanso que ofrece Jesús no se trata simplemente de deshacernos de nuestras cargas. Se trata más bien de intercambiar nuestro yugo pesado por el suyo. El yugo es una imagen que nos recuerda la obediencia y la sumisión. Cuando Jesús nos invita a tomar su yugo, nos está invitando a someternos a su señorío, a aceptar sus enseñanzas y seguir su ejemplo.

Cuando nos sometemos a Jesús y seguimos sus enseñanzas, nuestra carga se aligera, no porque nuestras circunstancias cambien, sino porque llevamos estas cargas con Jesús y en su poder.

¿cómo obtenemos este descanso? Simplemente viniendo a Jesús. La invitación es para «todos los que están trabajados y cargados». No importa cuán grande sea la carga que llevas, la invitación  de Jesús es para todos. Lo único que debemos hacer es venir a Él, tal como somos. Jesús, el manso y humilde de corazón, nos dará ese descanso profundo y salvador.

Quietud y Confianza

La quietud y confianza que Dios menciona en Isaías 30:15 no son las que este mundo nos puede ofrecer. Son una quietud y confianza que fortalecen nuestras almas en medio de las tormentas de la vida.

Esta quietud y confianza provienen de una relación con Jesús. En Mateo 8 vemos un claro ejemplo de esto:

Mateo 8:23-27

23 Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. 24 Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. 25 Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! 26 Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. 27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es este, que aun los vientos y el mar le obedecen?

Considera la imagen de Jesús durmiendo tranquilamente en la barca. A pesar de la tempestad que se desata a su alrededor, está perfectamente en paz. Su confianza en el Padre es tan completa que incluso una tormenta violenta no puede perturbar su descanso. Cuando sus discípulos lo despiertan, Él reprende a la tormenta y trae calma.

Esta imagen puede ser un espejo de nuestras propias vidas. Todos enfrentamos tormentas, ya sean problemas en el trabajo, estrés familiar, enfermedades, pérdidas, o cualquier otro desafío. Estas tormentas pueden hacer que nos sintamos asustados y fuera de control, al igual que los discípulos en la barca.

Sin embargo, Jesús nos invita a encontrar la misma quietud y confianza que Él demostró. Nos invita a confiar en Dios de la misma manera en que Él confió, a rendirnos a Dios y permitir que Él trabaje en nosotros y a través de nosotros. Este tipo de quietud no es pasividad, sino un descanso activo en Dios. Es una elección diaria para confiar en Él, en su bondad y su poder, a pesar de las circunstancias que nos rodean. Si Jesus esta en nuestra barca, podemos descansar en el.

Cuando confiamos en Jesús, encontramos la fortaleza para enfrentar nuestros desafíos con valentía. Encontramos la paz en medio de la tormenta, la confianza en medio de la duda, y la esperanza en medio de la desesperación.

Por lo tanto, la próxima vez que te encuentres en medio de una tormenta, recuerda a Jesús durmiendo en la barca. Recuerda su quietud y su confianza en Dios. Luego, decide seguir su ejemplo. Enfrenta tus tormentas con una profunda confianza en Dios, y descubre la fortaleza que Él puede proporcionarte.

Entrando en la segunda mitad de este año, te animo a que te acerques más a Jesús. Busca su descanso y reposo para tu alma, confía en Él para encontrar la salvación y fortaleza que necesitas. Sea cual sea tu situación actual, recuerda: Dios aún no termina contigo. 

Tienes seis meses por delante para vivirlos de la mejor manera posible. Estoy seguro de que con Dios a tu lado, veras cosas sobrenaturales. 

Este verano… será un verano de milagros. ¡Sigue adelante!

Preguntas de aplicación:

1— ¿Cómo planeas pasar más tiempo con Jesús durante los próximos seis meses? ¿Tienes algunas ideas o metas?

2— ¿Estás pasando por algún desafío? ¿Cómo crees que confiar en Dios puede ayudarte a superarlo? ¿Qué significa para ti dejar que Dios se haga cargo?

3— ¿Qué estrategias podrías utilizar para no perder de vista a Jesús en los próximos meses? ¿Cómo crees que Él podría darte fuerzas en los días venideros?