DARRRRRR

¡Gracias por tu contribución!

En nuestra iglesia cristiana, valoramos y apreciamos profundamente la generosidad y el espíritu de dar de nuestra comunidad. Creemos que el acto de diezmar, ofrendar y hacer donaciones es una expresión tangible de nuestra gratitud a Dios por todas sus bendiciones y una forma de participar en Su obra en la tierra.

El diezmo es una práctica bíblica en la cual devolvemos el 10% de nuestros ingresos a Dios. Es un acto de obediencia y confianza, reconociendo que todo lo que tenemos proviene de Él. Los diezmos son utilizados para sostener y fortalecer la obra de la iglesia, apoyar a los ministerios locales e internacionales, y suplir las necesidades de aquellos que requieren ayuda y apoyo.

Además del diezmo, también alentamos a nuestra comunidad a participar en ofrendas voluntarias. Las ofrendas son donaciones adicionales que podemos dar según nuestra capacidad y generosidad. Estas ofrendas nos permiten bendecir a otros, apoyar proyectos especiales, misiones y obras de caridad, así como financiar la expansión y el crecimiento de la iglesia.

Apreciamos y agradecemos sinceramente cada donación que recibimos. Entendemos que dar es un acto personal y significativo, y nos comprometemos a utilizar cada contribución de manera responsable y transparente. Valoramos la confianza que depositan en nosotros al compartir sus recursos, y nos esforzamos por honrar esa confianza al ser buenos administradores de los fondos recibidos.

Es importante destacar que el dar no se limita únicamente a las contribuciones monetarias. También animamos a nuestra comunidad a donar su tiempo, talentos y habilidades en el servicio a Dios y a los demás. Reconocemos que cada persona tiene dones únicos y valiosos, y al usarlos para bendición de otros, podemos marcar una diferencia significativa en nuestro entorno.

Desde lo más profundo de nuestro corazón, queremos agradecer a todos los que han sido generosos y han apoyado nuestra iglesia a través de sus diezmos, ofrendas y donaciones. Su compromiso y sacrificio hacen posible que la obra de Dios se extienda y alcance a más personas. Cada contribución es un testimonio de fe y una semilla sembrada en el Reino de Dios.

Si aún no has experimentado la alegría de dar, te invitamos a considerarlo y a unirte a nosotros en este acto de adoración y generosidad. Al dar, no solo estás bendiciendo a otros, sino que también estás abriendo las puertas para recibir la provisión y las bendiciones de Dios en tu propia vida.

Una vez más, extendemos nuestro más profundo agradecimiento a todos los que han dado y siguen dando a nuestra iglesia. Su apoyo es fundamental y nos impulsa a continuar sirviendo y compartiendo el amor de Dios en nuestra comunidad y más allá. Que Dios les recompense abundantemente por su generosidad y que continúen experimentando Su gracia y provisión en cada área de sus vidas.

¡Gracias por tu contribución!